"La 'guillotina digital': cómo el 'unfollow' ha afectado a famosas desde Beyoncé hasta Chiara Ferragni"
Todo comenzó el pasado mes de marzo. Las réplicas del terremoto provocado por el encarcelamiento del rapero y productor Sean Combs (Nueva York, 55 años), conocido como Diddy, quien enfrenta acusaciones de abusos, acoso sexual y violación, no tardaron en impactar a figuras prominentes de la industria. Entre ellas se encuentra Beyoncé (Houston, 43 años), quien supuestamente asistió a algunas de las célebres fiestas organizadas por Diddy, eventos en los que también han sido vistas a lo largo de los años personalidades como Leonardo DiCaprio (Los Ángeles, 50 años), Paris Hilton (Nueva York, 43 años) o el clan Kardashian. Esa conexión de Beyoncé con el ámbito del rapero no fue bien recibida por sus seguidores en redes sociales, lo que provocó una notable caída en su número de seguidores en Instagram, perdiendo varios millones en el proceso.
No es la primera vez que los fans condenan en masa lo que ellos consideran una actitud reprobable y es que la comunidad digital puede fortalecer e incluso encumbrar carreras, pero también alimentar cualquier crisis reputacional con solo un clic. “El unfollow es una herramienta muy poderosa para los usuarios en redes sociales cuando quieren mostrar su descontento con una figura pública o una marca. Su fuerza radica en su simbolismo: dejar de seguir a alguien implica un rechazo silencioso y directo. Es una manera de decir ‘no estoy de acuerdo contigo’ o ‘ya no me interesa lo que haces’ sin necesidad de explicaciones o confrontaciones”, explica David López-López, profesor de marketing de Esade. Hace solo unos días, la polémica tocó mucho más de cerca a la cantante cuando su marido, Jay-Z (Nueva York, 55 años), fue acusado de violar a una niña de 13 años junto a Sean Combs en el año 2000, algo que él ha negado.
La tejana se ha posicionado del lado de su esposo, junto a quien acudió a un evento público a comienzos de diciembre. Eso ha vuelto a desatar las críticas en sus redes sociales (Jay-Z no hace uso de su perfil de Instagram, donde solo tiene una publicación y menos de un millón de seguidores). Los comentarios de sus publicaciones instan a boicotear a la premiada cantante, una de las artistas más seguidas con una comunidad de 313 millones de followers. “Aunque parezca una acción simple, el unfollow tiene implicaciones profundas tanto a nivel personal como en la dinámica general de las redes sociales. Es un recordatorio de que el poder en este espacio siempre reside en los usuarios”, analiza Carlos Navarro, especialista en marketing digital y gestión de redes sociales.